Proyecto Mala Praxis: el arte aplicado a la vida diaria

Estudiantes de la Escuela de Educación Secundaria Nº 1 de Hurlingham expusieron –en la Galería Pasaje 17- su obra Ubicación textil, una creación que contó con la tutoría de la artista Marlín Velasco.

06-10-2022

El arte puede ser visto como un espacio de solidaridad, compañerismo, amistad y reconocimiento. A través de él, es posible identificar momentos de comunión social y recrear situaciones cotidianas de aprendizajes multidisciplinarios. A esta conclusión llegaron alumnos y alumnas de la Escuela de Educación Secundaria Nº 1 Esteban Echeverría de Hurlingham que finalizaron exitosamente su obra Ubicación textil, un trabajo que combinó el tejido y la geografía.

Exhibido en la Galería de Arte Pasaje 17, se trató de un proyecto colaborativo entre Marlin Velasco, artista sonora y docente de la Maestría en Tecnología y Estética de las Artes Electrónicas, y los estudiantes de secundaria Mateo Campolo, Úrsula Schipelhut, Celeste Correa, Glenda Kloster, Gastón Ruffini, Facundo Pizzedaz, Lucía Preuss, Martín Lombardo, Ary Addamo, Lorien Moyano, Brian Gauna, Thaigo Varrica y Luca Fabbro. Esta actividad se desarrolló en el marco de la materia Geografía, a cargo de la docente Valeria Proz.

“Con estas obras lo que hacemos es demostrar que es posible inventar nuevas formas de enseñar. De eso se trata Mala Praxis, de articular entre escuelas secundarias y la Universidad las diferentes modalidades que existen en el aprendizaje”, explicó el director del proyecto José María D´Angelo.

Tal como mencionaba su director, Mala Praxis es una propuesta que nació hace 10 años en la Secretaría de Extensión Universitaria y se proyectó hacia toda la Universidad. Ofrece un espacio para la construcción de conocimiento desde la praxis artística a partir de dos ejes: la creación y el conocimiento. Instalaciones, objetos mecatrónicos, performances, videoarte, máquinas, videojuegos y esculturas sonoras son algunos de los formatos artísticos realizados por los estudiantes durante el ciclo lectivo dentro del espacio curricular.

La tarea de Mala Praxis comienza con la construcción del vínculo docente-tutor-estudiante a través de la indagación de los intereses y motivaciones de los alumnos para derivar un problema de conocimiento. Tanto docentes como tutores guían y acompañan el proceso de aprendizaje concibiendo la diversidad en los distintos modos de aprender y enseñar y, a su vez, planifican, gestionan, evalúan y reflexionan sobre las prácticas docentes, deconstruyendo los modos tradicionales de enseñanza.

La creación expuesta en Pasaje 17 se desprendió de las investigaciones sobre la electrónica textil y la cartografía sensible que forman parte de la obra y tesis de Marlín Velasco. En ella, se conjugan la deriva, el mapeo y la aprehensión emotiva del recorrido explorado. Ubicación textil se convirtió, en definitiva, en un mapa circular en el que los alumnos –mediante el tejido y la electrónica- escenificaron la geografía de Hurlingham, el barrio en el que se ubica la escuela.

“La escuela es un espacio para contar lo que a cada uno le pasa. Y ellos, a partir del tejido de esta obra, pudieron demostrar cómo perciben el camino que transitan diariamente desde sus casas hacia el colegio”, dijo Marlin Velasco, la artista que los guió y acompaño en todo el proceso. “Descubrieron que todos ellos tienen puntos geográficos en común pero advirtieron, también, las diferentes formas de percibir el espacio según la visión de cada uno”, agregó la artista. “Fue una experiencia muy enriquecedora y una de las cuestiones que más se rescatan es el vínculo que se generó entre ellos, el compañerismo y la solidaridad con la que encararon la actividad, siempre predispuestos a ayudarse entre sí”, sostuvo Velasco.

La exposición se dio en el marco de Tecnosimbiosis, una muestra que contiene 17 proyectos, elaborados por estudiantes y docentes de la Maestría en Tecnología y Estética de las Artes Electrónicas: su eje principal es el vínculo entre el ser humano, el uso de la tecnología y sus acciones sobre el medioambiente.

“Para los alumnos, este tipo de propuestas es muy fructífera ya que una cosa es presentar obras en los trabajos prácticos, propios de la cursada, y otra muy diferente es hacerlo en una situación real, en una galería de arte y frente a diversos públicos”, sostuvo la docente Valeria Proz, profesional que desde su materia, Geografía, impulsó la obra de arte.

Para los chicos, en tanto, lo más importante fue el proceso creativo y declararon que aprendieron a coser, a compartir materiales y a mirar al barrio desde otra perspectiva. “Nos encantó porque fue algo fuera de lo común. Jamás en mi vida se me hubiera ocurrido que una profesora iba a venir y a decirme que tenía que agarrar un pedacito de tela y proyectar toda mi ciudad y el recorrido de mi casa a la escuela, un mapa mental, a mano, cosiendo. Fue algo muy divertido”, dijo Lorien Moyano que admitió: “Esta actividad me permitió conectarme con mi ciudad”.

Por su parte Glenda Kloster dijo: “Algo muy loco que me pasó es que yo pensaba que una parte de la ciudad estaba muy lejos de mi casa pero, en realidad, quedaba ahí nomás. Es como que gracias a la obra descubrimos situaciones que no conocíamos”.

Para Facundo Pizzedaz, lo más valorable fue que este trabajo unió al grupo. Según su opinión, más allá de las divisiones que existían anteriormente a la realización de la obra, emprender algo juntos hizo que se volvieran más unidos y más solidarios. “Además pudimos descubrir de dónde éramos cada uno de nosotros, dónde vivíamos y cómo se entremezclan la geografía y el arte”, remarcó.

Por último, Luca Fabbro reconoció: “Nunca en mi vida había agarrado una aguja. Gracias a Mala Praxis inventamos una nueva forma de aprender, no solo a coser sino a relacionarnos con nuestros compañeros y a entender que el arte puede estar presente en diferentes aspectos. Hoy estamos en una galería pero creo que aprendimos que el arte es mucho más amplio y abarca gran parte de nuestra vida”.

Acompañando a los estudiantes de la EES Nº1 de Hurlingham estuvieron presentes, además, los alumnos y las alumnas de la Escuela de Educación Secundaria Nº29 de Martín Coronado, institución que también forma parte de Mala Praxis.

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